El boicot que anuncia la Asamblea de Docentes a las pruebas de evaluación externa de tercero de primaria es producto del miedo corporativista a la evaluación de centros y de profesores.
Para PLIS. Educación, por
favor, las evaluaciones externas de etapa no son tanto una evaluación de los
resultados de los alumnos como una evaluación de centros y profesores. Estas
evaluaciones permiten ofrecer información pública sobre los centros de éxito y
de fracaso escolar que los padres deben conocer. En vez de facilitar información
pública, la Asamblea de Docentes prefiere negar la responsabilidad de los
centros y profesores en los resultados
académicos.
Una vez más la Asamblea de Docentes
promueve un boicot a la legislación vigente, y así lo publicita en su web (L'assemblea
de docents promourà el boicot a les proves LOMCE de 3r de primària del mes de
maig) . Además de ser poco ejemplar que los profesores, a quienes los padres confían sus hijos, transmitan a los alumnos que las leyes deben ser
desobedecidas en vez de cambiadas por mecanismos democráticos, es, posiblemente,
un delito. El fanatismo de la Asamblea de Docentes le impide reconocer en qué
consiste la verdadera democracia y cuál es la naturaleza de la función
docente.
Este boicot nace de la resistencia
de muchos profesores, sindicatos y fuerzas políticas a admitir que la profesión
docente es una profesión más, que debe tomar decisiones y responsabilizarse por
las consecuencias de su ejercicio profesional, es decir, que debe rendir
cuentas. España ha mantenido durante tres décadas, desde la LGE hasta la
LOE-LOGSE, un sistema educativo sustentado en la irresponsabilidad. Nunca ha
habido pruebas externas que midieran el éxito o fracaso escolar de un centro,
nunca ha habido pruebas externas nacionales de medición de resultados académicos
de los alumnos, nunca los padres han conocido el nivel de calidad del centro en
el que estudian sus hijos. Sólo ha habido durante los últimos años pruebas de
diagnóstico, pero elaboradas por la administración autonómica, con pruebas y
parámetros distintos en cada comunidad autónoma y sin publicidad de resultados.
En resumen, falta de transparencia como regla
general.
Esta situación ha provocado en
muchos profesores, asociaciones y sindicatos un ejercicio profesional poco
exigente, acomodado y acostumbrado a no ser evaluado. Evidentemente, es más cómodo
trabajar sin presión. A pesar de las evidencias, mediante pruebas
internacionales, de que España, especialmente Baleares, ocupa uno de los últimos
puestos en el ranking de calidad educativa internacional, jamás se ha generado
en los centros ni en las administraciones unos mecanismos de corrección de la
práctica docente.
Más allá de convicciones
ideológicas, la Asamblea de Docentes debe defender ante todo la profesión
docente. Querer evitar
cualquier medición de los resultados de la actividad docente y la
responsabilidad correspondiente es la mejor manera de hundir el prestigio de la
enseñanza y de los profesores ante los padres
Plis. Educación, por favor, una
asociación de profesores libres de ingeniería social, considera indispensable
que existan pruebas de evaluación externa al final de determinadas etapas de la
educación primaria y secundaria y que se publiquen los resultados por
asignaturas, por centros y por comunidades autónomas (nunca por alumnos)