El Govern tiene ahora la responsabilidad de desarrollar esta Proposición No de Ley y acabar definitivamente con la práctica más escandalosa de la Conselleria de Educación en las últimas décadas, práctica llevada a cabo tanto por los gobiernos del PP como por los gobiernos del Pacte, incluido el actual. En estos momentos hay colocados a dedo al menos 162 asesores, de los cuales 93 son interinos y 69, funcionarios.
Hace tiempo que PLIS ha denunciado las siguientes prácticas, que rozan y tal vez entran en la corrupción clientelar:
- Evitar la preceptiva convocatoria pública de puestos de asesores técnico-docentes, aunque sean de libre designación, en contra de lo dispuesto con toda claridad por los artículos 75, 79 y 80 de la Ley 3/2007, de 27 de marzo,
- Adjudicar a dedo las asesorías tanto a profesores funcionarios afines como a profesores interinos afines, sin concurrencia y con la más absoluta discrecionalidad.
- Reservar un altísimo porcentaje de plazas de asesorías a interinos, que se adjudican en el mismo momento en que los interinos consiguen una plaza, sea antes del comienzo de cada curso o una vez comenzado el curso.
- Utilizar repetidamente una misma plaza de interino para colocar a varios asesores, como el caso de la plaza 1294 del IES de Capdepera, que en la última adjudicación de interinidades de julio de 2016 sirvió para colocar nada menos que a 8 asesores
- Camuflar plazas administrativas como de asesoría
- Ocultar las plazas de asesoría técnico-docentes dejándolas fuera de todo registro de acceso público
El actual conseller, Martí March, ha prometido varias veces que su conselleria cumpliría la ley, sometiendo a concurso todas las plazas de asesores técnicos docentes. Sin embargo, ya han comenzado dos cursos y el conseller ha repetido punto por punto las mismas contrataciones irregulares y presuntamente clientelares.
PLIS. Educación, por favor recuerda que la contratación irregular como asesor de un interino (el caso Trobat) en la anterior legislatura, a finales de 2014, provocó la dimisión del entonces recién Director General Miguel Deyà, que no aceptó contratar a ningún asesor sin contar con convocatoria pública. Los mismos que entonces, hace más de dos años, se escandalizaron por esta práctica y llegaron a pedir también la dimisión de la entonces consellera, Nuria Riera, gobiernan ahora al frente de alguna dirección general de educación, haciendo lo mismo que se hizo con Trobat.