domingo, 23 de septiembre de 2018

Agendas tóxicas (Archipiélago Orwell)

Carlos Serra

El Mundo, 23 de septiembre de 2018



Hasta qué punto el fervor xenófobo que se vive en la Cataluña independentista se agazapa en las aulas baleares lo vamos averiguando gracias a las denuncias de familias que ya no se acobardan bajo los anatemas lanzados por los apologistas de la lengua propia y la raza catalana.





Lo sucedido en las aulas de nuestros centros de enseñanza en Baleares durante las tres últimas décadas parecía contar, incondicionalmente, con la connivencia claudicante de padres que no se atrevían a cuestionar por qué a sus hijos se les prohibía aprender en su lengua materna cuando ésta coincidía con la lengua común de todos los españoles, o por qué debían aprender las histriónicas falsificaciones históricas contenidas en unas parodias de libros de texto, confeccionados por una industria editorial desprovista de rigor, seriedad y vergüenza, vendida a la carísima balcanización autonómica que ha multiplicado disparatadamente sus precios.
No obstante, la secta del odio militante, compuesta por ansiosos necrólogos de la cultura española dispuestos a forrar los centros educativos con alambre de espino nacionalista en forma de lazos de falsa fraternidad y simulada defensa de una cultura, comienza a experimentar una resistencia para la que su egotismo subvencionado no la ha preparado.
En el IES Sa Colomina (Ibiza), las agendas escolares para el recién comenzado curso escolar contenían ilustraciones que retrotraían a la farsa totalitaria del 1 de octubre de 2017 en Cataluña: un docente amordazado y niños manifestándose pacíficamente ante la amenaza explícita de policías antidisturbios blandiendo sus porras. Junto a los dibujos, un capcioso texto advertía de profesores encausados por querer debatir con sus alumnos el derecho a la autodeterminación. En realidad, estos profesores obligaron a sus alumnos a ver en clase las secuencias más duras de las cargas policiales del 1-O para después forzarles, uno a uno, a que se posicionaran sobre las mismas, sabiendo que muchos de ellos eran hijos de guardias civiles a los que pretendían intimidar para que se humillaran condenando la violencia policial (en realidad, el trabajo de las fuerzas del orden tratando de evitar la violación del Estado de Derecho) ejercida por sus padres.
La directiva de Sa Colomina ha pedido disculpas a las familias y ha procedido a retirar todas las agendas escolares tras la denuncia de Actúa-Vox. La editorial AT, responsable de las agendas, se ha limitado a insultar a la formación política denunciante.