PLIS. Educación, por favor denuncia que imponer por ley las normas gramaticales en todos los ámbitos de la administración, en empresas públicas, medios de comunicación públicos y redes sociales corporativas, expulsando de los mismos las modalidades baleares, solo tiene un interés político nacionalista.
Palma, 23 de febrero de 2020
“Las modalidades baleares están prohibidas por ley en el lenguaje administrativo. Un comité de filólogos a la catalana, bajo la bendición de un decreto y de un acuerdo del Consell de Govern, no se limita a recomendar un catalán formal sino a imponerlo, de tal forma que ningún funcionario puede apartarse del modelo ortopédico impuesto. En realidad, esto lo que muestra es un gran complejo de inferioridad que quiere a toda costa desterrar la forma de hablar de Baleares en aras de un imaginario nacionalista único catalán, acorde con el pancatalanismo de los Països Catalans”.
El 24 de mayo de 2019, el Consell de Govern cumplió el mandato del decreto 29/2018 del 21 de diciembre, sobre el uso de las lenguas oficiales en la administración de la comunidad autónoma de las Islas Baleares, que obliga a que los textos de la Administración “se han de ajustar a los criterios de estilo establecidos, siempre de acuerdo con la tradición de la lengua formal, que se han de probar por acuerdo del Consell de Govern”.
El acuerdo del Consell de Govern citado aprobó los criterios de estilo que quedan recogidos en el “Llibre d’estil del Govern de les Illes Balears, 2a edició” y decidió “prescribir la aplicación de estos criterios a todos los órganos y unidades administrativas de la Comunidad Autónoma y de las entidades que dependen de ella”.
El libro de estilo, elaborado por Francesca Hernández Terrasa, Beatriu Defior, Antònia Fullana, JOan Pizà y Gabriel Rossinyol no se limita a recomendar normas generales de redacción, claridad y seguridad jurídica, y a presentar unos modelos de documentos, que es a lo más que se atreve cualquier gobierno democrático, sino que se marca como objetivo, en el punto 2 “transcender el idiolecto de los trabajadores de la Comunidad Autónoma” y marcar en el punto 4 cuáles son las normas gramaticales y léxicas a aplicar del “català de les Illes Balears”.
“Una cosa es recomendar que se sigan las normas que fija el organismo de referencia que vela por la corrección de un idioma, como la RAE en el caso del español o el IEC en el caso del catalán, y otra muy distinta obligar por ley a no utilizar por ejemplo, el artículo salat o los pornombres me, te se”.
Este acuerdo condena a las modalidades baleares a la subordinación y a la desculturización, llegando a prescribir, por ejemplo, que no debe utilizarse nunca las formas no reforzadas del pronombre débil balear o el artículo salat, excepto en topónimos. “Siguiendo estas sagradas normas, resulta que el mallorquín que utilizan casi los diputados autonómicos baleares, que no solo salan sino que también despliegan todo el abanico de modismos baleares, cuando debaten sobre cuestiones económicas, jurídicas, políticas al más alto nivel, es un catalán no formal y rechazable; hasta tal punto es así que los diarios de sesiones del Parlament corrigen sistemáticamente la forma de hablar de los diputados, haciéndoles decir "la" en vez de "sa" o "em" en vez de "me”.
No nos equivocamos si decimos que no hay ningún gobierno, en ámbito español y europeo, que se atreva a fijar las normas gramaticales obligadas a sus funcionarios o personal dependiente de la administración. “En esto el Gobierno Balear es pionero del despotismo”
Referencias legales
DECRET 49/2018, DE 21 DE DESEMBRE, SOBRE L’ÚS DE LES LLENGÜES OFICIALS EN L’ADMINISTRACIÓ DE LA COMUNITAT AUTÒNOMA DE LES ILLES BALEARS
Acord del Consell de Govern de 24 de maig de 2019 pel qual s’aproven els criteris d’estil que s’han d’aplicar als texts de l’Administració de la Comunitat Autònoma de les Illes Balears
Libro de estilo, diciembre 2018, segunda edición