Los
convocantes de la huelga del próximo día 15, y de las acciones que la
complementan, no pretenden con sus reivindicaciones lo que cualquier
docente responsable debería perseguir: elevar el nivel académico de los
alumnos y frenar el progresivo deterioro del sistema educativo. No
pretenden elevar los resultados académicos, fomentar la autonomía de
los centros para conseguir resultados satisfactorios, reclamar
responsabilidad y rendición de cuentas, dar a las directivas capacidad
de acción para que los centros funcionen, etc.
"PLIS. Educación, por favor"
vuelve a repetir que el único objetivo de fondo de la huelga es
político: la recuperación de la inmersión lingüística obligatoria en
catalán, algo retrógrado e ineficaz pedagógicamente, como medio para
profundizar en una inmersión cultural y nacional de corte nacionalista e
independentista. Repasar la lista de dirigentes de la Asamblea (Sastre,
Tortell, Aicart, Font, etc) es hacer una lista completa de
represenyantes de asociaciones y partidos independentistas (OCB, Lobby
per la Independència, ERC, PSM, etc), "para los que lo primero es lo
primero y lo demás algo secundario o prescindible, o una mera excusa
para reclamar lo primero.
Los
padres y alumnos deben saber que la Asamblea de Docentes no representa a
los profesores, sino a algunos profesores. Su existencia no se debe a
ninguna elección representativa en los centros de enseñanza. Por eso son
cada vez más los profesores que resisten a la marea verde.