domingo, 7 de diciembre de 2014

En las elecciones sindicales educativas han triunfado "plataformas políticas"

  http://estaticos.elmundo.es/assets/multimedia/imagenes/2014/07/07/14047273377805.jpg   http://www.mallorcadiario.com/wp-content/uploads/2014/05/entrevista-sastre.jpg  https://yt3.ggpht.com/-4wItSkvv-GM/AAAAAAAAAAI/AAAAAAAAAAA/ixjms9Vmum8/s100-c-k-no/photo.jpg La asociación de profesores "PLIS. Educación, por favor" considera que el STEI, Alternativa y UOB-Ensenyament tienen el objetivo de ocupar políticamente la educación con la excusa de defender los intereses laborales y profesionales

Palma a 7 de Diciembre de 2014
Eco en Europa Press
Eco en 20minutos 


Para "PLIS. Educación, por favor", la asociación de profesores que lucha por una enseñanza profesional no ideologizada, las útimas elecciones sindicales han dejado como resultado un paisaje desolador: el fin de la actividad sindical educativa en favor de la actividad política con el disfraz sindical. A estas elecciones se han presentado sindicatos que durante estos últimos años han despreciado su función sindical y han querido legislar y que los representantes políticos no legislaran. Desde hace tiempo los sindicatos, conscientes de su impopularidad, han dibujado con claridad su estrategia, hacerse con el poder, que no está en el parlamento ni en el ejecutivo, sino en la colonización de la función pública, colocándose en todos los estratos medios y altos de la administración y dictando los requisitos de acceso; el control de la administración es el verdadero contrapoder a la actividad parlamentaria, ejecutiva e, incluso, judicial.

No se puede interpretar de otra manera el triunfo de los sindicatos nacionalistas e independentistas, que, con el único mensaje de la inmersión lingüística y del más rancio nacionalismo, han obtenido la mayoría de los votos. Esto mismo explica, por una parte, el batacazo de los sindicatos clásicos, CCOO, UGT y ANPE que, al utilizar la misma cantinela de la inmersión lingüística, se han convertido en compañeros de viaje de los sindicatos nacionalistas e independentistas, espantando a sus posibles votantes; y, por otra parte, la alta abstención, alrededor del 45%, ya que gran parte del profesorado, ajeno a la ideologización en la enseñanza, hace mucho tiempo que se han quedado huérfanos de sindicatos laborales y profesionales.