jueves, 3 de diciembre de 2015

Es urgente regular la responsabilidad de centros escolares según resultados académicos de los alumnos

         La asociación de profesores PLIS. Educación por favor pide al Govern, y a los partidos que compiten en las elecciones, que acabe con la actual ausencia de rendición de cuentas.

Palma,  3 de diciembre de 2015


"Cuando una empresa sabe que sus productos o servicios se venderán siempre, sea cual sea su calidad, porque tiene dominio del mercado,  terminará ofreciendo productos y servicios defectuosos. Lo mismo ocurrirá si un empleado sabe que,trabaje bien o mal, no tiene que rendir cuentas: siempre trabajará mal. Esto es lo que pasa con los centros escolares de primaria y secundaria de España y Baleares; ofrecen servicios de baja calidad."
La falta de transparencia está instalada en nuestro sistema educativo.. Ahora mismo es imposible saber si los alumnos de un centro están bien o mal preparados. No hay evaluaciones externas  comunes en España y las que las comunidades autónomas realizan nunca se hacen públicas. El resultado es que los centros, siempre liberados de rendir cuentas, trabajan mal o por debajo de sus posibilidades y que los padres no pueden ejercer su derecho a recibir información veraz. La única posibilidad de saber algo del rendimiento de los alumnos es recurrir a pruebas internacionales, como PISA, TIMSS Y PIRLS, que siempre nos dejan en mal lugar.
El alarmante abandono temprano de estudios en España, las alta tasa de repetidores, la baja idoneidad académica, el ridículo número de alumnos excelentes, los pésimos resultados obtenidos en las pruebas PISA, etc. exigen tomar medias urgentes y estrictas.
Por todo ello, PLIS. Educación, por favor, pide a las fuerzas políticas que aborden el problema con decisión y sin temor a las previsibles resistencias de los profesores y sindicatos de la enseñanza. Urge regular un sistema de evaluación ponderada de los centros escolares de primaria y secundaria basado, principalmente, en evaluaciones de los resultados académicos de los alumnos, con el fin de apoyar a los centros que obtegan alta puntuación y aplicar medidas de refuerzo o corrección a los centros con baja puntuación.
Para que estas evaluaciones, basadas en resultados académicos, surtan efectos positivos han de publicarse. No hay que tener miedo a establecer un escalafón de centros escolares, siempre y cuando este escalafón esté debidamente ponderado, para que pueda medirse el éxito escolar de forma diferenciada en centros de entornos socioeconómicos deprimidos y de entornos socioecómico favorecidos.
Cualquier otra evaluación basada en parámetros ajenos a los resultados académicos de los alumnos se convierte en una cortina de humo ineficaz. La única forma de exigir responsabilidad a los centros es colocarlos a la intemperie de la publicación de los resultados académicos de sus alumnos.