lunes, 14 de diciembre de 2015

PLIS. Educación, por favor cree injustificados los motivos de la huelga del día 15.

   La asociación de profesores cree que de nada sirve ligar la mejora de la educación al aumento del gasto educativo si antes no se acomete una reforma del defectuoso e ineficaz sistema educativo español y balear. Aumentar el gasto, para mantener un sistema fracasado, aumenta la ineficacia del sistema.
Palma,  14 de diciembre de 2015



"En primer lugar, hay que dejar claro que es escasamente democrático convocar una huelga laboral para intentar cambiar unos presupuestos, que debe aprobar la cámara legislativa. La Asamblea de Docentes hace lo único que sabe hacer, política en las aulas. En segundo lugar, ¿qué pasaría si también hicieran huelga los médicos para pedir más dinero en los presupuestos de Sanidad, los campesinos en los de Agricultura, las compañías de teatro en los de Cultura, el comerciante en los de Comercio, los empresarios en los de Industria, etc?"
La asociación de profesores PLIS. Educación, por favor considera que  exigir más inversión económica en educación para mejorar los resultados es, además, errar en el diagnóstico.  España y Baleares están por encima de la media europea en inversión por alumno y a lo largo de los últimos 30 años han visto aumentar progresivametne el presupuesto en educación, sin que por ello el rendimiento escolar de nuestros alumnos haya mejorado. Con unos 80.000 dólares invertidos por alumno durante el período de 6 a 15 años, España y Baleares superan con creces la media de 60.000 dólares de eficiencia, obteniendo, sin embargo, rendimientos inferiores a la media. "Pedir más inversión sin intentar reformar el sistema educativo con el objetivo de mejorar los resultados académicos de los alumnos es, no sólo un error de bulto, es perpetuar el problema"
PLIS. Educación, por favor se opone, por tanto, a una huelga otra vez política y carente de motivaciones  laborales, que son, no hay que olvidarlo, las únicas que según la legislación legitiman las huelgas.
Son otros los problemas de la enseñanza, como, por ejemplo, la falta de autonomía de los centros, la falta de responsabilidad ante los resultados académicos de los alumnos, la falta de profesionalización de los equipos docentes, etc. Pero de esto la Asamblea de Docentes no quiere hablar, ya que lo único que desea es que las cosas sigan igual, sin exigencia de ninguna responsabilidad en el ejercicio  docente, defendiendo a toda costa la falta de transparencia.