La asociación de profesores PLIS y Societat Civil Balear, desde hace un mes, llevan a cabo una campaña a la puerta de los colegios, informando directamente a los padres de su derecho a reclamar que se imparta en castellano al menos el 25 por ciento del horario lectivo y en al menos una materia troncal o análoga.
La mayor parte de los padres muestran su desacuerdo con la inmersión obligatoria en catalán y reciben con agrado la información de sus derechos lingüísticos.
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Palma, 17 de febrero de 2022
"Estamos muy satisfechos de la acogida de los padres de nuestra campaña informativa. Consideran una anomalía, sin parangón en ningún país del mundo, que una de las lenguas oficiales de la comunidad y oficial en todo el estado esté prohibida como lengua vehicular en la enseñanza".
La campaña se ha desarrollado a la puerta de las escuelas públicas y concertadas de infantil y primaria, a la hora de entrada, y consiste en el reparto de octavillas a los padres y en información verbal de sus derechos. Varios equipos de voluntarios han recorrido prácticamente la totalidad de los colegios de Palma y en semanas siguientes abarcarán otros municipios.
Esta campaña ha constatado que los directores de los centros escolares, los verdaderos responsables de incumplir la ley y el ordenamiento jurídico, no informan nunca de sus derechos lingüísticos a los padres, manteniéndoles en la creencia de que en Baleares no hay otra salida legal que la inmersión obligatoria en catalán, a pesar de que saben perfectamente que ninguna ley ni decreto obliga a la inmersión total en catalán, de que el sistema de Baleares es de conjunción lingüística, es decir, de presencia de dos idiomas como vehiculares de enseñanza, de que el ordenamiento jurídico estatal obliga a que al menos se imparta en castellano el 25 por ciento del horario lectivo.
"Es responsabilidad grave de los centros escolares el asegurar el dominio formal y culto de los dos idiomas oficiales, algo que no es posible si se destierra a uno de ellos como vehicular de enseñanza. Lengua que no se utiliza en las escuelas, de los 0 a los 18 años, para recibir enseñanza de Matemáticas, Historia, Ciencias Naturales, Filosofía, etc., se convierte en lengua de calle y en ineficaz instrumento de transmisión cultural. No se trata de saber decir los buenos días, sino de poder leer con soltura un texto histórico, matemático o filosófico en los dos idiomas, y de poder en el futuro estudiar con garantías carreras de alta complejidad".
Los responsables políticos de Baleares y los directores de los centros parecen haber olvidado qué es un centro escolar, mostrándose más preocupados por asuntos extravagantes a la enseñanza, como la educación en el nacionalismo, que por la transmisión y aprendizaje de conocimientos y formación científico-cultural. "La falta de profesionalidad es asombrosa. Los padres han de tomar conciencia de que se están jugando la educación de sus hijos y mostrar la responsabilidad que les falta a los responsables de la administración educativa".
