viernes, 9 de septiembre de 2022

MARTÍ MARCH insinúa que, en caso de una o más sentencias favorables al 25 por ciento en castellano, impulsará las modificaciones legales para, como en Cataluña, hacerlas inaplicables.


En la rueda de prensa de presentación del curso 2022-2023 afirmó que, en caso de que el Tribunal Superior de Justicia de Baleares obligara a impartir en castellano al menos el 25 por ciento del horario lectivo y en al menos en una materia no lingüística troncal, la Consejería de Educación respondería “políticamente”.

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Palma,  9 de septiembre de 2022

  “Cuando un consejero de Educación afirma que tomará decisiones políticas, en vez de pedagógicas, para abordar un problema o para responder a una sentencia, es que lo que más le interesa es convertir la enseñanza en un instrumento de otra cosa ajena a la enseñanza”

En la rueda de prensa de ayer, de presentación del curso 2022-2023,  se le preguntó a Marti March si daría orden a los centros escolares de impartir en  en castellano un mínimo del 25 por ciento del horario lectivo y en al menos en una materia no lingüística troncal, en caso de que el Tribunal Superior de Justicia de Baleares fallara a favor de la asociación PLIS. Educación, por favor y de los padres que tienen en estos momentos interpuestos juicios contenciosos administrativos contra el gobierno balear, asesorados por los servicios jurídicos de Societat Civil Balear.

La respuesta fue que, en caso de una sentencia del TSJIB favorable al 25 por ciento en castellano, la consejería daría “una respuesta  jurídica y una respuesta política”, especificando que una respuesta política es aquella que consiste en defender el modelo lingüístico actual, es decir, de inmersión en catalán. “No hace falta ser muy listo para saber lo que significa dar una respuesta política: aprobar modificaciones normativas y legales que hagan inaplicable la sentencia de impartir en castellano al menos el 25% del horario lectivo y en al menos en una materia no lingüística troncal” 

Esta es la realidad educativa actual de Baleares, una enseñanza dirigida por un gobierno socialista y nacionalista que se jacta, como en cualquier democracia defectuosa o como en cualquier dictadura, de acabar con la separación de poderes laminando las decisiones de los tribunales.

A pesar de la soberbia del consejero de Educación, PLIS. Educación, por favor, ayudado por los servicios jurídicos de Societat Civil Balear, seguirá trabajando para conseguir que los principios pedagógicos triunfen sobre los políticos y para que la separación de poderes se imponga a las ínfulas autoritarias del poder ejecutivo balear.

Finalmente, PLIS. Educación, por favor destaca la hipocresía del consejero de educación, que quiere hacer ver que una enseñanza bilingüe no forma alumnos bilingües mientras que una enseñanza monolingüe sí forma alumnos bilingües: "No sabemos en qué libro sagrado se dicta el axioma de que la única manera de promover y proteger el catalán es con la inmersión obligatoria y nunca mediante una enseñanza bilingüe".