Dos familias denuncian que sus hijos tienen que aprender «mentiras» en los manuales de la ESO de Anaya
Acreditan al menos 16 errores, como que se ubica «la primera imprenta en los 'Països Catalans' en vez de Segovia»
El Gobierno balear responde a los padres: «Reclamen directamente a la editorial»
Ni la primera imprenta de la Península Ibérica se abrió en Valencia, ni la conquista de América la pagó un valenciano. Varios libros de texto que usan los alumnos de Baleares contienen falsedades y manipulaciones que comulgan con el ideario nacionalista sin que la Conselleria de Educación del Gobierno balear liderado por la socialista Francina Armengol ejerza su obligada labor de supervisión de estos manuales para garantizar que cumplen con el rigor científico e histórico.
A lo largo de la Educación Secundaria y Bachillerato, los estudiantes de las Islas aprenden consignas del catalanismo como la falsa existencia de una 'nación catalana' ya en tiempos medievales, y se les traslada la idea de que el uso del catalán y el castellano en una sociedad bilingüe como la balear sólo genera un «conflicto lingüístico» en el que el primero está «dominado» por el segundo.
Dos familias de Baleares han denunciado ante la Conselleria de Educación que, en concreto, los libros de Lengua Catalana y Literatura de la editorial Anaya de 2º, 3º y 4º de ESO que usan sus hijos están plagados de afirmaciones carentes de rigor y con «clara voluntad adoctrinadora».
En el escrito fechado en septiembre de 2022, al que ha tenido acceso ABC, acreditan al menos 16 invenciones y piden a la Conselleria de Educación y a la Alta Inspección Educativa que actúen, en cumplimiento de la LOE y el deber de neutralidad e imparcialidad de los manuales escolares.
Ninguneados
«Para que mis hijos aprueben la asignatura de Catalán tienen que aprenderse de memoria prejuicios como que el bilingüismo genera un conflicto, que la lengua castellana es una lengua opresora o mentiras como que la primera imprenta se ubicó en los Països Catalans, en vez de Segovia», denuncia uno de estos padres, que lamenta que su reclamación haya sido ninguneada por todas las instituciones educativas.
Uno de los 'mitos clásicos' del nacionalismo catalán que se incluye en el libro de 3º de ESO de Lengua Catalana y Literatura de Anaya es la sustitución de la Corona de Aragón como la corona catalanoaragonesa. Un término que no tiene rigor histórico, pero que se ha extendido entre el catalanismo para dar a entender que ya existía una nación catalana en tiempos medievales.
En la página 88 del libro de 4º de la ESO se afirma que los Decretos de Nueva Planta (s. XVIII) «prohibieron el uso del catalán en la administración pública y ámbito culturales». En la página 137 del manual de 3º de la ESO la supuesta prohibición se amplía «a la administración pública, la privada y la enseñanza», pese a que no hubo ninguna disposición lingüística en el DNP de Aragón, Valencia o Mallorca, y en la de Cataluña se fijó la obligación de usar el castellano en autos de la Real Audiencia, que se redactaban en latín y no en catalán.
La repoblación de Baleares y Valencia llevada a cabo por cristianos de diferentes reinos se convierte en una conquista exclusivamente catalana, trasladando la idea de un supuesto 'pedigrí' catalán en estos territorios. Se afirma que Jaume I «hizo repoblar los territorios conquistados por catalanes» aunque la realidad es que no había población cristiana ni para ocupar la propia Cataluña en un periodo de crisis demográfica.
El manual de Anaya sostiene también que «estos nuevos pobladores trajeron sus costumbres y la lengua», dando a entender que hablaban catalán. Sin embargo, está documentado que en el interior de Valencia se continuó hablando aragonés durante siglos, mientras que el valenciano-catalán se convirtió en la lengua del litoral.
Los libros de texto de catalán de Anaya sitúan la primera imprenta de la Península Ibérica en la ciudad de Valencia y afirma que «en catalán fue impreso el primer libro Trobes en lahors de la Verge Maria», a pesar de que la primera imprenta en España data de 1472 en Segovia, dos años antes que la imprenta valenciana, y de que el primer libro fue el 'Sinodal de Aguilafuente'. Sí se piensa que la primera obra literaria fue 'Trobes en lahors de la Verge Maria', aunque escrita en valenciano, castellano e italiano.
Siguiendo la tesis de grandeza de los 'Països Catalans', se dice que la expedición a América en 1492 de Cristóbal Colón -traducido como Cristòfor Colom- fue «pagada por el valenciano Lluís de Santàngel», a pesar de que el dinero salió de las arcas de la Santa Hermandad.
En el apartado de sociolingüística de los manuales de Anaya se inculca una imagen negativa y de prescindencia del castellano, y describe una relación de confrontación con el catalán. Se afirma, por ejemplo, que «un grupo de hablantes necesita sólo una lengua para comunicarse», negando así el bilingüismo, y dice que «cuando en un grupo de hablantes se habla más de una lengua, se produce conflicto lingüístico».
El conflicto lingüístico o diglosia, según el manual de Anaya, «se produce a consecuencia de guerras, de ocupaciones coloniales y de situaciones de dominio de un pueblo sobre otro», ahondando en la idea de que en Baleares hay una situación de dominio del pueblo de habla castellana sobre el pueblo de habla catalana.
La editorial Anaya ya estuvo en el punto de mira en 2018 por su libro de Lengua Catalana y Literatura de 1º de Bachillerato con edición balear en el que inventaba prohibiciones del uso del catalán en la Constitución de Cádiz y repetía multitud de consignas del nacionalismo evitando las alusiones a España y usando el término catalanista «Illes» para referirse a Baleares.
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El Gobierno balear, a través de la Conselleria de Educación, se negó a retirar este libro politizado alegando que «ningún centro había protestado». Dio carpetazo a la denuncia de adoctrinamiento en tiempo récord y sin entrar en el fondo de la denuncia ni desmentir ninguno de los más de 50 ejemplos de adoctrinamiento que acreditó un estudio de Ciudadanos, entonces liderado por Xavier Pericay- y elaborado por el profesor Julián Ruiz-Bravo.
«Lluvia fina»
Ocurrió lo mismo con el estudio realizado por PLIS y Sociedad Civil Balear sobre los libros de texto de 1º y 2º de Bachillerato de las editoriales más vendidas, siendo Anaya la más destacada, que advertían de las «falsedades manifiestas» y mucha «lluvia fina» que permitían «manipular las mentes inmaduras de los menores». Tampoco entonces, la Conselleria de Educación ejerció su obligación de supervisión ante más de un centenar de fallos de rigor histórico y científico denunciados.