lunes, 9 de enero de 2023

La asociación de profesores PLIS ha interpuesto una queja ante la Conselleria de Educación pidiendo que se retire la bandera catalana del IES Sineu


Una 'senyera' gigante por los países catalanes ondea en un instituto público de Mallorca

La dirección del IES Sineu consiente la cuatribarrada, no oficial en Baleares, en el vestíbulo desde hace un lustro

Profesores piden que se retire este «mensaje político pancatalanista» del centro



Palma, 9 de enero de 2023

Una enorme 'senyera' recibe cada día a profesores y alumnos en la entrada del IES Sineu de Mallorca. La bandera catalana, que no es la oficial de Baleares, está colgada del techo del vestíbulo y forma parte de la simbología catalanista que se promueve desde hace años en este instituto público sin que la Conselleria balear de Educación intervenga.

La 'senyera' y numerosos carteles independentistas colgados en paredes, techo, escaleras y ventanas de este edificio fueron denunciados por un padre en 2018. La queja pública forzó a la dirección a quitarlos. Sin embargo, la gigante bandera catalanista se ha mantenido en el recibidor «para recordar que somos los Països Catalans» y «el adoctrinamiento sigue a la orden del día», denuncia a ABC una familia de este centro público, conocido por ser uno de los más reivindicativos contra la posibilidad de usar el castellano como lengua vehicular y por apoyar abiertamente el referéndum ilegal de Cataluña en horario lectivo y con camisetas negras.

Hace unas semanas, el claustro del IES Sineu difundió un comunicado criticando la colocación de una bandera de España que los alumnos de 1º de Bachillerato del colegio La Salle de Palma colgaron en apoyo a la selección española de fútbol en el Mundial de Qatar. En este caso, censuró que los alumnos de La Salle colocaran la enseña nacional en el tablón de anuncios del aula, mientras en el vestíbulo del IES Sineu se permite la bandera catalana a la vista de todos desde hace al menos un lustro.

El claustro del IES Sineu, que en 2017 llevó a cabo un acto de «solidaridad con los presos políticos» dentro del centro educativo, no duda ahora en calificar el caso de la Salle de «adoctrinamiento basado en el odio, el incivismo y la crispación».

Considera «intolerable la instrumentalización de la educación y de la lengua que hacen algunos», aunque el director de este centro dimitió en 2014 porque no aprobaba que se dieran clases en castellano, y después de dar apoyo público al profesor Jaume Sastre y su insólita huelga de hambre a favor de la escuela 100% en catalán.

«Tengo la conciencia intranquila por tener que decir a mis compañeros que hagan las clases en castellano», alegó Rafel Crespí, lamentando que con el decreto de lenguas del PP se «veía obligado a mantener un equilibrio entre la lengua catalana y la lengua castellana dentro de las aulas».

Pese a ser uno de los centros más combativos de Mallorca, defiende ahora que la labor de los profesores debe estar basada en «el fomento del pensamiento crítico, en la resolución pacífica de los conflictos, en el respeto y en los valores cívicos de democracia y convivencia».

El pasado mes de diciembre, los docentes del IES Sineu convocaron en el patio un acto en apoyo a su «compañera» de Lengua Catalana de La Salle, quien se negó a dar clase delante de la bandera española pese a que los estudiantes tenían el permiso de su tutor y jefe de estudio. Además, argumentaban que la docente «había sufrido una persecución por ser mujer, profesora de catalán y por llevar a cabo el cumplimiento de la normativa del centro».

La asociación de profesores PLIS ha interpuesto una queja ante la Conselleria de Educación pidiendo que se retire la bandera catalana del IES Sineu alegando, entre otras cosas, que no es la bandera oficial y que es obligatorio garantizar la neutralidad ideológica en el centro.

«Una bandera catalana, que no mallorquina, de 15 metros en la entrada de un centro escolar de Baleares no es algo irrelevante. Además de una ordinariez, es un símbolo político premeditado», critica PLIS. Educación, por favor, que considera que con los «antecedentes» de este instituto «nadie puede creerse que esa banderón signifique la lengua catalana sino un obsceno mensaje político pancatalanista».

A favor de la independencia

El IES Sineu protagonizó un polémica en 2017 cuando, un día después del referéndum ilegal del 1 de octubre, se pararon las clases para leer un manifiesto a favor de la independencia de Cataluña. La Fiscalía de Menores de Baleares investigó sin consecuencias «la posible implicación de menores en actos reivindicativos, manifestaciones o concentraciones ajenos al ámbito educativo y en horas lectivas» en éste y otros centros de las Islas.

Pero la agitación en este centro educativo en el interior de Mallorca no era nueva. Cuando el PP quiso implantar el trilingüismo en 2013, el IES Sineu fue lugar de reunión del sector docente catalanista liderado por la Asamblea de Docentes, que convocó una inédita huelga indefinida que se activaba y se desactivaba según convenía y que se mantuvo hasta 2016. El actual director del IES Sineu, Rafel Crespí, fue uno de los directores educativos que dimitieron en bloque en 2014 como medida de presión contra la política lingüística del PP.

Con la llegada del gobierno tripartito de izquierdas presidido por la socialista Francina Armengol en 2015, se derogó la ley de símbolos del PP que buscaba la neutralidad ideológica en los centros educativos. Esta norma quería evitar que los colegios se llenaran de lazos cuatribarrados en apoyo al catalán y de pancartas contra el trilingüismo con mensajes políticos contra el PP, como sucedió durante este conflicto educativo librado en las aulas.

Sin ley de símbolos y con un gobierno afín que siempre ha negado las denuncias de adoctrinamiento, el equipo directivo del IES Sineu ha promovido o apoyado todo tipo de iniciativas a favor del catalanismo e incluso apoyó abiertamente a los «presos políticos» del 'procés'.

Días antes del 1 de octubre de 2017, los docentes de este centro se declararon «comprometidos con la formación, educación y transmisión de valores» y afirmaron que «ante esta deriva inédita de autoritarismo estatal» se sentían «obligados a expresar» su «compromiso y apoyo más explícito» al referéndum ilegal, al que definieron como «la libertad de expresión, respeto a la opinión, participación y movilización pacífica de las personas».

En 2018, una pancarta amarilla firmada por «los alumnos del IES Sineu» pidió «libertad» para los políticos catalanes encarcelados y huidos; y un dibujo con una máscara blanca con la boca tapada con una línea roja cuestionó la «democracia» en España gobernada entonces por el 'popular' Mariano Rajoy.

También se colgó una foto de la familia Real boca boca abajo que rezaba: «Los Borbones son unos ladrones», parafraseando la canción del rapero Valtònyc, huido a Bélgica, condenado a tres años y medio de cárcel por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas de muerte.

Asimismo, el proyecto lingüístico del IES Sineu deja a las claras que «el catalán es la [única] lengua vehicular del centro». «Esto significa que hay que tender a la normalidad en el uso de la lengua a todos los efectos» y que «es la lengua de todas las asignaturas que no pertenecen a los departamentos de lengua castellana o de lenguas extranjeras», especifica.

El proyecto lingüístico impone el catalán también en toda la documentación, carteles, alumnos recién llegados de la península o el extranjero (sin conocimientos de la lengua autóctona). Además, pide «fomentar la fidelidad lingüística» para «cambiar la norma de uso convencional de hablar en castellano cuando el interlocutor habla en esta lengua y promover la norma intencional de mantener el catalán».