A pesar de que la LOMCE considera a los directores y equipos directivos
como la clave para lograr la mejora de los resultados de los alumnos,
buena parte de los directores de centros de enseñanza pública de
Baleares sigue anclada en una concepción burocrática de la dirección.
Palma a 13 de noviembre de 2014
El
sistema educativo español ha negado durante las últimas décadas la
autonomía y capacidad de acción de los equipos directivos de los centros
de enseñanza. Prácticamente todo estaba determinado por las autoridades
administrativas: los programas educativos, los planes experimentales,
la gestión de recursos humanos, los planes pedagógicos, etc. Los
directores se han convertido en poco más que distribuidores de horarios
de profesores y controladores de la disciplina. Como contrapartida
natural, los directores y, con ellos los centros, han carecido de
responsabilidad ante el éxito o fracaso escolar.
La
LOMCE, cambia radicalmente esta situación; se les da a los directores
una serie de competencias que les permiten gestionar con mucha libertad
los recursos pedagógicos, los programas y planes educativos de mejora,
la atención a alumnos con necesidades y a los alumnos aventajados, los
planes experimentales, la composición de grupos, la flexibilidad de
grupos y los recursos humanos. Además, podrán proponer a la autoridad
educativa, la especialización del centro.
Esta
situación, reclamada por la comunidad educativa, tiene sin embargo dos
contrapartidas naturales: por una parte, la autonomía directiva debe
dirigirse al objetivo de mejorar los resultados de los alumnos,
especialmente los resultados académicos, y, por otra parte, la autonomía
directiva será responsable de los resultados de los alumnos, es decir,
del éxito o fracaso escolar.
"A pesar de ser una reclamación histórica", afirma Carlos Serra, presidente de PLIS. Educación, por favor,,
"parece que los directores de Baleares, en general, no se han leído la
LOMCE o les ha entrado el vértigo de la responsabilidad; ojalá estemos
equivocados, pero todo apunta a que muchos directores no están
preparando planes claros de mejora de la calidad educativa". "Es
cierto", añade Serra, "que la legislación de desarrollo debe perfilar
el marco normativo para ejercer esta autonomía educativa; pero esto no
impide que los directores estén ya perfilando sus planes de mejora".
A juicio de PLIS. Educación, por favor,
es urgente que los directores formen sus equipos directivos incluyendo a
los jefes de departamento, que transmitan a éstos sus objetivos y que
les impliquen en la responsabilidad del éxito o fracaso escolar. Además,
han de preparar y proponer la especialización de sus centros, ya que
los centros que no propongan especialización quedarán rezagados.