miércoles, 17 de diciembre de 2014

Los principios educativos de PODEM PER PALMA son de una simpleza absoluta

         La asociación de profesores “PLIS. Educación, por favor” destaca que los principios educativos del documento político organizativo de PODEM PER PALMA, que lidera Carlos Saura León, se reducen en realidad a un solo principio, al parecer panacea de todos los males educativos, la inmersión lingüística en catalán.


Palma a 17 de Diciembre de 2014



La asociación de profesores "PLIS. Educación, por favor", que defiende una enseñanza profesional y neutral ideológicamente, considera que los principios educativos del documento político organizativo de PODEM PER PALMA son inexistentes. Julián Ruiz-Bravo, secretario de PLIS, afirma que "consideran como principios dos obviedades de niño de preescolar, que debe haber recursos suficientes para impartir conocimientos necesarios y que la Educación sea gratuita y de calidad;  frases huecas que cualquier partido político incluye en sus programas; son de una profundidad de pantano"

El único principio que expresan con claridad, porque es realmente el único que les interesa, y que ocupa más de la mitad del apartado de educación del citado documento político organizativo, es en realidad ajeno a lo educativo y de fuerte carga ideológica: la inmersión lingüística en catalán como dogma inamovible. Este dogma, que se acerca más a lo religioso que a lo racional, es, además, contradictorio con la afirmación de PODEMOS de que el suyo es un partido de la gente que pisa la calle. "Si es un partido de la gente y que pisa la calle, PODEM PER PALMA debería saber que el castellano es también lengua de gente y de la calle y lengua de una importancia cultural extraordinaria. No nos engañemos, estamos ante un caso más de colonización nacionalista, que como un virus, intenta penetrar en todos los lugares: PODEM PER PALMA es un instrumento más del lobby nacionalista que quiere tomar PODEMOS; o tal vez sea al revés".

PLIS. Educación, por favor, que lucha para que la ideología no se cuele en las aulas, no puede dejar de condenar este mantra insoportable de la inmersión lingüística obligatoria, porque la inmersión obligatoria no es un asunto educativo sino el primer peldaño de una escalera nacionalista: de la inmersión lingüística catalana se pasa a la inmersión cultural catalana y de ésta a la inmersión nacional catalana.