Palma, 13 de Octubre de 2013
El informe de la
inspección educativa sobre la reclamación de Sonia y Diego, que piden
enseñanza bilingüe para sus hijos por prescripción médica, contiene, a
juzgar por las informaciones periodísticas que dan cuenta del caso, dos
graves irregularidades:
- no haber citado a la familia en la fase de averiguación
- ignorar el motivo central de la reclamación de los padres, que es recibir educación bilingüe mediante la adición de una sola asignatura en castellano
"El
conseller, si es responsable, debería retirar de inmediato este informe
y encargar otro informe que cumpla los requisitos de objetividad y
exhaustividad", dicen los portavoces de la asociación.
PLIS.
Educación, por favor sostiene que este informe no es un caso aislado de
incompetencia. Durante muchos años, la inspección educativa ha tenido
una línea de conducta evasiva ante las reclamacions de padres y
profesores que pongan en cuestión las decisiones o el funcionamiento de
los centros educativas. "Ante los problemas, siempre la política del
avestruz y ponerse de lado automáticamente de la administración y no de
los administrados"
PLIS.
Educación, por favor puede hablar por experiencia propia y por
conocimiento de reclamaciones de terceros. Éstas son las actitudes más
frecuentes de la inspección educativa, tanto en los gobiernos del PP
como en los gobiernos del Pacte, cuando tiene que sustanciar casos
conflictivos, especialmente los que reclaman enseñanza bilingüie:
- No cursar al reclamante recepción de su reclamación
- No informar al reclamante del inicio de diligencias
- No informar al reclamante de los distintos trámites de la reclamación
- No citar a la parte reclamante para ratificar, aclarar o ampliar los motivos de la reclamación
- Archivar el caso sin informar al reclamante del archivo de las diligencias, lo que imposibilita, por paso del tiempo, presentar reclamaciones al archivo
- Derivar las diligencias a aspectos secundarios de la reclamación, evitando el motivo principal de la reclamación.
Este
comportamiento, el silencio absoluto, es también habitual cuando las
reclamaciones se dirigen a otros departamentos educativos o al
responsable de la Conselleria. Esto es lo que ha sucedido con las
reclamaciones de la propia asociación dirigidas a inspección y a otros
departamentos educativos y con las reclamaciones de terceros que conoce.
Lo
que resulta extraño es que haya padres que se atrevan a cursar
reclamaciones a la inspección educativa y a otros departamentos
educativos para demandar derechos como el de la enseñanza bilingüe.
Además de sufrir las presiones de los directores y profesores, deben
sufrir el calvario de una máquina administrativa ciega y poco diligente.