viernes, 18 de diciembre de 2020

Cinco asociaciones de Baleares se dirigen personalmente a todos los senadores para pedirles que apoyen la recuperación del término “vehicular” para las lenguas cooficiales, por razones exclusivamente pedagógicas.



El presidente de la asociación de profesores PLIS. Educación, por favor, representando también a Societat Civil Balear, Mos Movem, Foro de Baleares de la Solidaridad y Progreso y PROU-No vaig de vaga, ha apelado en una carta a la responsabilidad personal de cada senador, por encima de las directrices de los partidos. 

Eco en El Mundo

Palma,  17 de 12 de 2020

 

Aunque las cinco asociaciones de Baleares han registrado con anterioridad una petición dirigida a la Presidente del Senado, Pilar Llop, han tomado la decisión de dirigirse por carta a cada senador para que, apelando a su responsabilidad personal, no participe, oponiéndose si es preciso a las directrices de sus propios partidos, en lo que, tal y como queda reflejado en la disposición adicional trigésima octava, es un “destrozo” pedagógico difícil de revertir.


José Ignacio Aguiló Fuster, presidente de PLIS, lamenta en su carta que el debate sobre la vehicularidad de las lenguas cooficiales haya despreciado las “razones pedagógicas, que son las únicas que deberían importar en una ley educativa” y se haya centrado en cuestiones políticas identitarias y en el grosero argumento de que las lenguas vernáculas corren peligro y que, por tanto, se han de utilizar en exclusiva como vehiculares, expulsando al español.


Por ello, la carta expone a los senadores seis argumentos pedagógicos que justifican que las lenguas cooficiales deben ser siempre vehiculares.


En primer lugar, como declaran el Informe UNESCO 1953 y la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989 y ratificada por todos los países miembros, la lengua materna es la lengua idónea para el aprendizaje.


En segundo lugar, se ha de rechazar, por simple, la idea de que el objetivo de una lengua vehicular es conocer un idioma, ya que, entonces, no se entendería que los franceses o alemanes, por ejemplo, estudiaran en francés o en alemán, y se ha de remarcar que el verdadero objetivo de una lengua vehicular es que sirva de instrumento para aprender materias no lingüísticas, nada menos que el 70% del currículo. “Para ello, es evidente que la lengua materna es el vehículo idóneo”.


En tercer lugar, al objetivo anterior se ha de añadir el de dominar el registro culto de la lengua vehicular, registro culto que nunca se alcanzará si una de las dos lenguas cooficiales no se utiliza en la enseñanza desde los 0 a los 18 años.

Tres razones más, de equidad pedagógica, complementan las anteriores.


La primera,  que la lengua materna es el vehículo idóneo para la personalización de la enseñanza en alumnos de necesidades especiales, NEE, (con trastornos graves de conducta, de lenguaje, de comunicación, con barreras graves que obstaculizan su acceso a la enseñanza), pues con ella se evita tener que añadir a los obstáculos propios de estos alumnos el obstáculo insalvable de estudiar en lengua no materna.


La segunda, que también la lengua materna resulta idónea para el correcto aprendizaje de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, NEAE (dificultades de lectoescritura, dificultades de aprendizaje, trastornos de déficit de atención, dislexia, discapacidades visuales, auditivas, espectro autista, etc.)


Finalmente, que es de una gran crueldad pedagógica obligar a alumnos castellanohablantes, gallegohablantes, catalanohablantes o vascohablantes, procedentes de otras comunidades autónomas españolas, o a castellanohablantes de países sudamericanos, que se incorporan por primera vez a un centro de una comunidad autónoma con dos lenguas cooficiales, a estudiar en una lengua que no dominan, con el riesgo de pérdida de curso, repetición o abandono.


El señor Aguiló cierra la carta con estas palabras: “Por todo ello, le reitero la petición que medite su posición ante la disposición adicional trigésima octava de la LOMLOE y apoye la o las enmiendas que se propongan para recuperar el término “vehicular” y “proporción razonable”, tanto para el castellano como para el resto de las lenguas cooficiales. Está en sus manos cuidar la educación y no contaminarla con intereses partidistas o ideológicos.”