La asociación de profesores PLIS. Educación por favor afirma que la eliminación de las evaluaciones externas censales de finales de etapa solo tienen un objetivo: que los padres nunca sepan el nivel académico real de sus hijos.
Palma, 13 de noviembre de 2018
"Hay verdadera alergia a la rendición de cuentas en la enseñanza sostenida con fondos públicos; en vez de fijar objetivos y evaluar los resultados, se prefiere fijar objetivos retóricos y trabajar a ver qué sale".
La evaluación de profesores que el gobierno ha anunciado será solo una maquinaria gigantesca de burocracia y una excusa para introducir las llamadas "innovaciones pedagógicas" sin ningún filtro de evidencia ni de excelencia. Para PLIS, la única evaluación posible de los profesores es la evaluación de los centros escolares por medio de pruebas externas de los conocimientos y competencias de los alumnos. "Es inútil hablar de innovaciones o de procesos si no dan resultados; la enseñanza se justifica únicamente por los resultados académicos de nuestros alumnos, por si han adquirido la formación humanística y científica básica".
Las evaluaciones internas de cada centro escolar no pueden considerarse nunca como una muestra del nivel académico real. Es necesaria la aplicación de evaluaciones externas censales y nacionales a finales de etapa, tengan carácter de reválida (es decir, con efectos calificadores) o no. Solo así los centros que muestren peor nivel se sentirán obligados a cambiar sus estrategias, bien aplicando innovaciones pedagógicas, bien volviendo a la tradición pedagógica; sin evaluaciones externas censales y nacionales los centros tenderán a reproducir para siempre malas prácticas.
Si además de la eliminación de las evaluaciones externas censales y nacionales se decide permitir la titulación de bachillerato con una asignatura suspendida, se permite que los repetidores sean evaluados por equipos presididos por el departamento de orientación y se permite que se supere la ESO con menos de un 5 de media, solo se conseguirá bajar, mediante maquillaje, el "número" de repetidores y de no titulados, no eliminar el fracaso escolar; al contrario, el fracaso escolar, es decir, la deficiente preparación científico-humanística se habrá cronificado, fosilizado para siempre.